La película "Intensamente 2" es una excelente representación subjetiva sobre cómo a veces terminamos siendo consumidos por nuestras emociones sin poder comprenderlas y en consecuencia, nos lleva a cometer acciones impulsivas. Es ahí donde existe un fuerte vínculo entre lo que sentimos en nuestro día a día y cómo las marcas nos venden un producto o servicio. Ésta táctica es conocida como: "Marketing Emocional". Pero queda la pregunta: ¿Cómo se aprovechan las marcas de ello?
¿Qué es el marketing emocional?
El marketing emocional es un tipo de estrategia que no se enfoca en promocionar un producto o servicio resaltando sus beneficios o características, sino en la experiencia que trae consigo el comprar el producto.
Un ejemplo sencillo es Coca Cola, su publicidad destaca el "Destapa la felicidad" y vivir momentos alegres con la familia. En ningún momento ellos resaltan el sabor o los ingredientes. ¿O sí?
¿Cómo aprovechar las emociones en el marketing?
A lo largo de la película original y su secuela se nos presentan varias emociones, las cuales son efectivas para causar un llamado a la acción en el momento y lugar exacto:
Alegría: La alegría es una emoción poderosa que puede atraer a los consumidores y crear experiencias positivas. Las marcas que pueden evocar sentimientos de alegría en sus clientes tienen más probabilidades de ser recordadas y queridas.
Tristeza: La tristeza, a menudo vista como una emoción negativa, puede ser una herramienta valiosa en el marketing. Conectar con la tristeza de los consumidores puede generar empatía y comprensión, creando un vínculo emocional más profundo.
Miedo: El miedo puede ser un motivador poderoso. Las campañas de marketing que aprovechan el miedo de manera responsable pueden incitar a los consumidores a actuar para evitar consecuencias negativas.
Asco: El asco puede usarse para crear humor o para resaltar las cualidades negativas de un producto o servicio de la competencia. Sin embargo, es importante ser cuidadoso al usar esta emoción, ya que puede generar reacciones negativas.
Ira: La ira puede ser un motivador poderoso para la acción. Las campañas de marketing que aprovechan la ira de manera justa pueden generar un sentido de urgencia y animar a los consumidores a actuar.
Ansiedad: La ansiedad puede ser un motivador para actuar, pero también puede paralizarnos. Las marcas pueden ayudar a los consumidores a manejar la ansiedad y brindarles herramientas para superarlas.
Envidia: La envidia puede ser un poderoso motivador para el consumo. Las marcas pueden usar la publicidad para despertar sentimientos de envidia y posicionar sus productos como la forma de lograr el estatus o el éxito deseados.
Vergüenza: La vergüenza puede ser un motivador para evitar ciertas situaciones o productos. Las marcas deben ser sensibles a la vergüenza del consumidor y evitar crear campañas que puedan hacer que las personas se sientan avergonzadas.
Ennui / Aburrimiento: El aburrimiento puede crear una apertura a nuevas experiencias y productos. Las marcas pueden usar el humor, la sorpresa y la creatividad para capturar la atención de los consumidores aburridos y ofrecerles algo nuevo y emocionante.
La importancia de la inteligencia emocional
Comprender y controlar las emociones no es tarea fácil, pero sí está recompensada una vez que se logra, ya que permite tener mejor empatía con el sentir propio y el de los demás, resultando en la inteligencia emocional, la cual trae muchos beneficios como aprender a motivarnos, perseverar e inspirar a los demás. Inclusive, si eres una persona interesada en el marketing, esto ayuda a crear campañas emocionales mucho más acorde con el sentir de tu público, creando resultados impresionantes.
¿Vale la pena ver Intensamente 2?
En definitiva es una película que no solo está enfocada para un público infantil, sino también para adolescentes y adultos jóvenes ya que maneja situaciones que todos en algún momento de nuestras vidas hemos tenido que afrontar.
Además, nos enseña que las emociones son complejas y matizadas, y van más allá de un simple concepto que las defina; pero ese detalle es lo que nos hace ser humanos e imperfectos, siempre aprendiendo y nunca dejando de madurar.
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